01 noviembre 2017

Día de Muertos, ¿Por qué la muerte es una fiesta?

Para la cultura mexicana, se dice que la muerte es una fiesta, pero ¿por qué? 

Le preguntamos a nuestra experta Alda, tarotista, purificadora de energías y estudiosa de la tanatología, para que nos explique más sobre esta celebración del 1 y 2 de noviembre y qué es lo que ocurre en esos días en la Tierra.

- ¿De dónde vienen los orígenes del Día de Muertos en México?


En la cosmovisión prehispánica, se honraba a las dualidades. Así como hay día y hay noche, los ancestros honraban a los señores de la vida, pero también a los señores de la muerte o del inframundo. Su calendario se dividía en "meses" de veinte días, y habían a lo largo del año, tres "meses" dedicados a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl: la señora y el señor de la muerte. Así que no había un día dedicado a los muertos, sino ¡tres meses!, y esas festividades ocurrían en lo que ahora es marzo, julio y octubre. A la llegada de los españoles a tierras del Anáhuac, traían la ideología de celebrar el primero de noviembre a Todos los Santos, pero al ver que las celebraciones para los señores de la muerte eran muy arraigadas en el país, decidieron hacer una fusión entre lo que ya estaba y lo que se traía de Europa, dando así lugar a la festividad del Día de Muertos.

- ¿Por qué se celebra el 1 y el 2 de noviembre, qué es lo que ocurre en esos días?

Todo proviene de un fenómeno astronómico. Hace aproximadamente ocho mil años, los celtas observaron que el 31 de octubre, era el día en el cual el Sol estaba en su punto más bajo en el horizonte, lo relacionaron con las energías de silencio, de luto, de muerte. Y también los sacerdotes y clarividentes de esa época se percataron que habían más espíritus merodeando por la tierra. La celebración católica del día de Todos los Santos se celebraba el 13 de mayo, pero al ver que habían celebraciones paganas relacionadas al final del verano, nombrado hoy en día como ‘Halloween’, decidieron trasladar Todos los Santos al primero de noviembre. Halloween es una derivación de ‘All Hallow´s Eve’: Víspera de todas las almas o Atardecer Santo.


- En esta convivencia con los difuntos ¿Qué es lo que pasa a nivel energético?

Se abren portales de energía en la cual se permite que todos los seres convivan: vivos, muertos y elementales como los duendes, silfos, ondinas y hadas. Habrán personas que repentinamente se pongan nostálgicas, otros se ponen festivos y otros, estarán muy reflexivos. Por eso es importante que esos días encendamos una vela, porque esa luz dará guía y tranquilidad a los que ya partieron, y a nosotros mismos.

- ¿Por qué la muerte es una fiesta?

Hay que aclarar algo en este punto. Los extranjeros piensan que nos reímos con la muerte, creen que no le tememos, que es una compañera de fiestas. Pero no es así, tanto los habitantes antiguos de México, como los actuales, le tememos a la muerte, es una incógnita, algo desconocido... pero sabemos que la muerte es lo único seguro que tenemos, es lo que nos hermana, es el punto de unión entre los seres humanos. Este día nos recuerda que hay que honrar a los señores de la muerte, y se les hacen ofrendas, se les hacen danzas rituales, en los cuales abundan las flores de colores, el humo del copal y ponemos toda nuestra imaginación para escribir poemas, para cantar, para agradar a esos señores de la muerte... quizá para que cuando nos toque ese momento al final de nuestra vida, puedan acogernos con simpatía.

- ¿Es un tema cultural o todos podemos celebrar a la muerte?

La muerte y la manera en cómo morimos, es un reflejo de cómo vivimos. En varios lugares del mundo, se le respeta y se le honra, solo que en México echamos la casa por la ventana y lo hacemos muy vistoso. Hoy en día, ha comenzado a haber más conciencia acerca del "bien morir" y ha empezado a difundirse más la Tanatología (disciplina que estudia lo relacionado al fenómeno de la muerte y de las pérdidas). Los deudos, los que nos quedamos, vemos a la muerte con tristeza porque ya no estaremos con ese ser querido que ya se fue, porque sentiremos su ausencia, porque tenemos que reorganizar nuestras vidas, y el proceso del duelo, es doloroso. Pero lo mejor que podemos hacer por alguien que partió, es celebrar su vida, es recordar el legado que dejó. Quizá sintamos que somos malos o egoístas por celebrar la muerte de alguien, por aplaudirle al momento de los servicios fúnebres, pero recordemos que cada quién hace en vida lo mejor que puede, con defectos y virtudes, y solo por ese hecho, deja su huella en el mundo. He presenciado muertes hermosas: con mucho amor alrededor, sin miedos, sin remordimientos, con absoluto respeto al proceso en el cual ese ser concluye una etapa de su existencia, quizá la más importante. Lo que comienza, termina, y celebrar a la muerte, es tener conciencia que tenemos que cumplir una misión antes de reunirnos con ella.

- La muerte sigue siendo un tema tabú, ¿Cómo debemos prepararnos para afrontarla?
En diferentes momentos de nuestra vida hay "ensayos" acerca de la muerte, me refiero a los grandes cambios o grandes pérdidas que tenemos en el transcurso de la existencia. Por ejemplo, el pasar del colegio a la universidad, el mudarnos a otra ciudad, cambiar de trabajo. Son momentos en donde cerramos ciclos que ya no volverán. También existen las pérdidas dolorosas: el que nos despidan de un trabajo, terminar una relación de pareja, cuando los hijos se van de casa, una jubilación, la muerte de seres queridos, perder un nivel social o económico al que estábamos acostumbrados, pasar por enfermedades críticas o accidentes... todo ello nos hace reflexionar en que somos mortales. Y si asumimos esas pérdidas y cambios como un crecimiento, como un reto a superar, estaremos preparándonos para la muerte, que a final de cuentas, es otro cambio importante que tenemos que hacer.

- ¿Cómo podemos canalizar el dolor de perder a alguien hacia algo positivo?

La muerte de un ser querido (sea una pareja, un hijo, los padres, un familiar, un amigo o un animal de compañía), nos va a mover sentimientos profundos, que quizá ni conocíamos. Es de lo más natural que sintamos rabia, dolor, culpa, tristeza, ira, enojo, desesperanza... solo hay dejar fluir esas emociones, tomarlas como algo normal dentro del proceso del duelo. A veces hasta vamos a reclamarle a la familia, a los médicos o a Dios, por habernos quitado de nuestro lado a ese ser querido. Son etapas normales dentro del proceso del duelo, así que no tenemos por qué sentirnos mal o culpables por sentir eso. Porque no aceptamos lo que ocurre, entramos en shock, estamos en negación. Y al paso de las semanas y de los meses, iremos entrando en la aceptación. No significa que nos olvidaremos de ese ser que murió, sino que cada vez dolerá un poco menos su ausencia. Todos pasaremos por esas etapas y la recuperación toma varios días, un duelo por alguien muy querido se lleva en promedio dos años, más allá de eso se considera como un duelo patológico y hay que considerar pedir apoyo a un terapeuta. En el proceso del duelo lo más sano es dejar fluir los pensamientos y las emociones, y hablar con amigos, familiares y terapeutas acerca de lo que estamos viviendo. Lo más positivo que podemos hacer, es reconocer que estamos vulnerables y que necesitamos apoyarnos en los demás. Recordar que siempre hay un grupo de apoyo a quien podemos recurrir, no es de cobardes pedir ayuda, es lo más sano que podemos hacer por la memoria de quien partió y por nosotros mismos.

- ¿Cómo podemos conectar con nuestros seres queridos?

Desde un diálogo interior con ellos, pensando qué opinaría o harían en ciertas situaciones. Podemos contar anécdotas de esa persona entre la familia o personas que convivieron con el fallecido. Hay quien acostumbra hacer cada año, ceremonias o misas en la fecha de cumpleaños o de fallecimiento de la persona que partió. Otra manera muy bonita de mantener el vínculo, es plantar un árbol en memoria de ese ser querido, cada vez que cuidemos de ese árbol (o una planta pequeña si no tenemos mucho espacio en casa), al ver cómo crece y cómo cambia, estaremos recordando y conectando espiritualmente con esa persona que amamos.

- ¿Cómo podemos honrar desde casa a nuestros muertos? 

En las fechas especiales en las que se abren los portales que mencionamos, se puede hacer un altar, en donde se colocan veladoras, flores, agua, sal, papel picado de colores, se sahúma con copal, (representan a los cuatro elementos) y se pone alguna fotografía del fallecido y los alimentos que le gustaban, así como algún objeto que lo representaba en vida. Por ejemplo si a alguien era amante de la poesía, se pueden poner en el altar versos o libros de lo que a él le gustaba leer. O si quien partió era un niño, se colocan los juguetes que le agradaban.

- ¿Algo más que quieras agregar o compartir?

Cada año recordamos que la muerte no nos resulta ajena, que puede encontrarnos en cualquier momento. Para morir con dignidad, hay que vivir una vida con dignidad: sin odios, sin apegos, sin situaciones pendientes a nivel emocional o material. La vida es muy corta, es un abrir y cerrar de ojos, así que aprovechemos que estamos vivos, haciendo cosas extraordinarias en nosotros mismos y para los demás.
Y al final del camino, dejar la cuenta saldada, como diría el célebre poeta mexicano Amado Nervo: " ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!"


Entrevista otorgada a Astrocentro

05 julio 2016

Para que te hablen bonito... y no morir en el intento.


A todos nos gusta gustarle a alguien, a todos nos agrada ser aceptados. ¿Pero qué pasa cuando caes en una relación inadecuada solo "porque te hablaron bonito"?
Muchas de las conversaciones que tengo en las consultas se refieren a relaciones destructivas, hombres o mujeres que se aferran a estar con alguien que no les beneficia, que les maltrata con actitudes, que las manipulan, que claramente no les ama y en el caso extremo, que las embarazan y se esfuman.

Cuando les preguntamos qué es que les hizo enrolarse con esa persona, la mayoría dicen: "ES QUE ME HABLÓ BONITO"

No ocurre solo en una relación cara a cara, también está sucediendo en las crecientes "relaciones virtuales" o "amor a través de las teclas".

Mujeres de 25, 44 o 60 años, que se enamoran locamente en un mes de un hombre que está a 5 horas de distancia de ellas, que nunca se han visto y que por los horarios de oficina de sus charlas, denota que en casa él ya tiene un compromiso.
Hombres de 35 años que se deprimen terriblemente porque la chica con la que conversaban por chat, que él suponía sería su futura esposa (y que no conocen personalmente), lo eliminó de sus contactos.

¿Qué es lo que nos enamoró?, el gancho es que esa persona nos dedicó parte de su tiempo y nos dijo lo que no nos decimos a nosotros mismos.

Estamos tan carentes de afecto propio, que todo el día nos culpamos y degradamos a nosotros mismos. Es común escuchar a alguien decirse: "Soy un estúpido, nadie me quiere, todo me sale mal"... y más linduras por el estilo.

Entonces cuando llega alguien y le dice lo que tenía ganas de escuchar, como: "Eres divina, no dejo de pensar en tí, estuve soñando toda la noche contigo, me moría de ganas de estar a tu lado"... obviamente nos están pasando la película que queríamos ver y aparentemente ¡Gratis!, sin importar quien sea el actor o actriz, lo importante es que ese guión nos queda perfecto.

El costo posterior es alto: cuando esa persona se muestra tal como es, le ponemos los defectos y decimos que nos mintió. Realmente nos puso miel en un corazón al que su propio portador(a) ni le hacía caso.

¿Qué hacer para evitar caer en estas situaciones?

Les propongo hacer algo a lo que llamaremos "ENTRENAMIENTO PARA QUE TE HABLEN BONITO"

Consiste en que revises cómo te hablas a ti mismo durante 5 días, y partir de esos datos los cambiamos a energía positiva.
Por ejemplo, si te dices que estás gorda, que nadie se fija en ti, que eres una tonta... entonces usa la misma energía y el mismo tiempo pero para decirte ahora que estás empezando a querer a tu cuerpo, que eres atractiva, que te gustas y que eres una persona interesante. Y repite esas hermosas palabras durante un mes.
Entonces cuando llegue alguien a tu vida y te "hable bonito", tengas la seguridad de que en efecto, eres un ser maravilloso... y desde esa autoaceptación y autoestima, elijas si aceptas a esa persona en tu vida o le dejas seguir su camino.
Así funciona la magia, al poner atención en lo que estaba en el olvido.


¿Ya te hablaste bonito hoy?, ¿ya te dijeron algo bonito este día?
Solo espero que no tengas puestos mucho tiempo los audífonos de tu iPod, porque en algún momento alguien te podría hablar bonito.

*** Alda ***

18 enero 2016

¿Qué es lo que buscas en una pareja?

Les escribo esto que a menudo surge entre quienes buscan al amor de su vida, una pareja estable o la relación de "fueron felices para siempre"...

Normalmente anhelamos que alguien esté a nuestro lado, buscamos a esa persona especial que nos haga sentir mariposas aleteando en nuestro estómago, o bien, ya no queremos más aventuritas, historias fallidas o "frees"... y vienen y me preguntan: "¿Cuándo voy a tener por fin una pareja formal y estable?"


Y ahí viene lo bueno, pues a manera de buena Sagi (sí, los Sagitario somos muy preguntones), me gusta explorar qué ideas tienen... y les regreso el análisis con otra pregunta que deja pensando:

¿QUÉ ES LO QUE BUSCAS EN UNA PAREJA?

La lista de respuestas comienza desde:

- No sé, solo que ya no quiero sentirme sola, me da miedo quedarme sola.
- Es que me lastimaron tanto que ya no quiero más de eso.
- Que nos llevemos bien, pero cada quién en su casa.
- Alguien que me cuide, que me ame, que vayamos a todas partes juntos.
- Quiero encontrar la felicidad.
- Busco un hombre guapo, joven, fiel, que además me trate como reina y que me mantenga.
- Que me guste mucho, que haya un flechazo y que tengamos buen sexo.
- Es que mi familia y amigos me critican porque siempre soy el o la "forever alone" (traduzco; el quedado, el que siempre anda solo por la vida, el que nadie le hace caso).

¿Se han percatado de algo en estas respuestas?

Ajá, adivinaron: estamos buscando a alguien desde el miedo, desde el dolor, la desesperación, la aprobación social, la pobreza espiritual o económica, desde nuestros vacíos y carencias.

¿Y qué creen que va a pasar?
Que normalmente nos relacionaremos con alguien con temores o carencias similares, y que en el momento de una convivencia normal entre dos seres humanos, no estemos viendo en cómo podemos enriquecer o complementar la vida de esa persona, sino que si no cubren nuestras fantasías o expectativas superficiales terminaremos en la decepción y con más dolor del que venimos acumulando.

Una relación de pareja (y más si deseamos que dure por mucho tiempo, que sea estable, formal o para quedarnos con ese ser humano por un buen rato), implica sacrificios, ceder, negociar, descubrir ambos lo mejor y peor dentro de cada uno, perdonar, tolerar, ser honesto con uno mismo para determinar lo que podemos dar a otra persona y qué podemos aportar a una relación, implica también convivir con esos amigotes de la pareja que a veces no nos caen bien, es aceptar a nuestras respectivas familias a pesar de todo, y es estar dispuesto a ser vulnerable ante otro ser humano.

Pero ante todo, es estar abierto a Amar.

Y en ese breve verbo de cuatro letras, nos tenemos que olvidar de egoísmos, de miedos, de cansancio, de traumas y relaciones del pasado... y entonces, lo demás se vuelve fascinante y enriquecedor para ambos.

Si buscas una pareja, busca desde el corazón, pregúntate qué es lo que realmente deseas... y cuando estés listo para ello, disponte para dedicarle tiempo, energía y espacio a una persona especial.

Porque finalmente, buscar una pareja es como buscar un empleo... no buscarás ser un astronauta de la NASA si tienes una nula condición física, no buscarás ser director de una gran cadena comercial si no sabes nada de marketing... buscarás esa posición en la cual te podrás desempeñar bien de acuerdo a tu experiencia, habilidades y capacidades.

Buscar pareja es como buscar trabajo: tocamos varias puertas, pueden hacernos diferentes propuestas, pero como ya sabemos claramente qué nos conviene y qué queremos desde una base realista, será difícil que aceptemos algo que está por debajo de nuestros requerimientos... y también es tener claro que en esa búsqueda nos podrán decir: "gracias, nosotros después le llamamos". Y aún así, seguimos tocando puertas hasta quedarnos en aquel empleo que mejor nos queda.

Somos complejos, dispersos y pocas veces vemos hacia adentro para analizar qué tipo de persona quiero llegar a ser al lado de una pareja.

Nunca pienses en qué parte van a llegar a cubrir en ti que tú mismo no has hecho, mejor busca desde aquellas emociones, talentos y habilidades que puedes ofrecerle a alguien más para que de manera mutua, se enriquezcan sus respectivas vidas.

Y después de todo este rollo, pregúntate con sinceridad: ¿Qué busco en una pareja?

Con cariño...
*** Alda ***